martes, 3 de diciembre de 2013

UN DÍA CON CLEOPATRA

Llegamos a Egipto un lugar con sus hermosas pirámides y su gran rio, déjame contarte que si esto no fuera un sueño realmente le tendría mucho miedo a los camellos, pero como si lo es rápido me subí a uno de ellos y llegamos al palacio de la magnifica Cleopatra.
 
 
 
CLEOPATRA
 
Fue la última de los suyos: la última lágida, la última de los Ptolomeos. Cleopatra VII Filópator
(69 -30 a.C) fue la única de su familia en preocuparse por hablar el idioma egipcio, pues su padre le había educado en la cultura, costumbres e idioma griegos -como correspondía a sus orígenes.

Pero además brilló con luz propia como mujer especialmente culta en la época, pues hablaba varios idiomas y sabía Historia, Literatura, Medicina y dicen que hasta latín. Dicen de ella, además, que destacaba no por su hermosura física, pero sí por sus habilidades sociales, su espontaneidad, buena conversación y equilibrio emocional.

Accedió al trono con dieciocho años, siendo obligada a casarse con su hermano, ocho años menor. Pero todas las decisiones las tomó ella, lo cual, unido a que al principio colaboró con los romanos, no le granjeó muchas simpatías. Pero Cleopatra era, sobre todo, una mujer dedicada a la política. Por eso, cuando su hermano y sus aliados la exiliaron, no dudó en aliarse con
Julio César -el hombre con mayor peso político del momento-, enemigo de su hermano, buscando recuperar su trono -acabó asesinando a su hermano- y evitar la caída de Egipto en manos romanas.
 
Un poco de lo que ella es... Bueno entramos a palacio y nos encontramos con su guardias que nos dirigieron con Cleopatra ella nos recibió con mucho gusto pues conocía de mucho tiempo a Sommeil, y empezamos nuestro recorrido, me conto que antes los grandes dioses eran Ra y Osiris  
 
 
 
 OSIRIS   
 
 
 RA
          
El pueblo egipcio que entro en conflicto pero  acabaron por conciliarse. Fruto de esta conciliación es el llamado "Libro de los Muertos", que dominó la vida religiosa egipcia durante 2.000 años La idea de la muerte, o mejor de la otra vida, preocupó grandemente a los egipcios, como lo muestran sus templos, sus pirámides y el embalsamamiento de sus muertos (momias).
 

 
 
La educación estaba en íntima relación con la religión y la cultura, y llegó a alcanzar un gran desarrollo. La primera educación la recibían los niños en la familia, que en la masa del pueblo era monógama y en las clases superiores polígama. Los padres cuidaban con gran afecto de sus hijos.
 
 

A los seis o siete años los niños asistían a las escuelas, que al principio estaban sólo reservadas a los hijo de la clases superiores, pero que después se generalizaron, quedando divididas en dos clases: las escuelas elementales para el pueblo y las escuelas superiores eruditas para los hijos de los funcionarios.
 
En las escuelas elementales se enseñaba la lectura, la escritura y el cálculo, y según Platón la gran masa del pueblo conocía estas técnicas. Además se enseñaron rudimentos de geometría y ciertos ejercicios gimnásticos.
 
 
 
 
La instrucción más importante se daba en las escuelas superiores, que estaban en las templos y que retenían a los alumnos hasta los 17 años. A ellas asistían los que se preparaban para los cargos de escribas y otras funciones del Estado. Estaban abiertas a todas las clases sociales, pero preferentemente asistían a ellas los hijos de las superiores. En ellas se enseñaban todas las técnicas y artes necesarias para la vida del país, así como las normas de la administración. Los alumnos aprendían las complicadas escrituras, jeroglífica y hierática, compuestas de centenares de signos.
 
 
 
Junto a la enseñanza de la escritura y las técnicas de la astronomía, las matemáticas y la agricultura se cultivó en estas escuelas la música, la poesía y la danza, así como las artes plásticas, arquitectura, pintura y escultura. Parece que estas escuelas funcionaban bajo el régimen de internado.
Como la religión ocupó lugar tan destacado en la vida egipcia también lo tuvo en su educación, que estaba unida íntimamente a aquélla, hasta el punto de correr a cargo de los sacerdotes. En suma, la cultura egipcia tuvo un gran desarrollo y sirvió en parte de inspiración a otras culturas, como la griega y en parte también a la cristiana primitiva.
 
Todo esto me lo platico Cleopatra mientras se daba un baño, puedes creerlo,  no se puede negar que me trataron como una reina mientras estuve en Egipto, aunque no se me quito el miedo a los camellos.
 
Sommeil me dijo que aún nos falta mucho por recorrer.
 
 

 


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